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22.7.07

He aquí la razón de por la que el campo puede pagar el 25 % (de cada 4 barcos que parten del puerto uno queda para el estado) de lo que produce en concepto de retenciones.
Mis disculpas a los que ya lo hayan leído.


Sábado 21 de julio de 2007 Publicado en la Edición impresa

Tecnología / Curso Internacional de Agricultura de Precisión
El nuevo lenguaje de la producción
Las modernas herramientas llegaron para quedarse y no detener su evolución; el cónclave tuvo 1500 participantes









FOTO
Analizador de proteína, aceite y humedad del grano en cosecha
Foto: Irma Montiel


CORDOBA.- Agricultura energética. Eficiencia productiva de cada metro cuadrado de tierra. Zonas de manejo. Imágenes satelitales multiespectrales.


Rastras de conductividad eléctrica para medir la capacidad de intercambio catiónico de los suelos y con ello su variabilidad de potencial productivo. Indice verde.


Analizador de granos por radiación infrarroja.


Estos sólo son algunos ejemplos del lenguaje que comienza a escucharse en la agricultura argentina, que en la última década se familiarizó con otros términos, como monitores de rendimiento y de siembra, GPS, variabilidad, banderilleros satelitales, dosis variable, piloto automático.


La nueva tecnología llegó para quedarse y seguir evolucionando de aquí en adelante. Así lo entendieron los 1500 participantes del 7° Curso Internacional de Agricultura de Precisión y 2° Expo de Máquinas Precisas, que tuvo lugar en la Estación Manfredi del INTA, en la provincia de Córdoba.


El primer curso, realizado hace una década, reunió apenas un puñado de interesados. Veinte millones de dólares La comparación de la cantidad de componentes de agricultura de precisión entre 1997 y 2007 da cuenta del salto dado por la agricultura de precisión.
Hace diez años había instalados medio centenar de monitores de rendimiento, hoy hay 3130; tres equipos de dosis variable en sembradoras y fertilizadoras, actualmente, 700; 400 monitores de siembra, en estos días hay 5100; 35 banderilleros satelitales, ahora 5100; 35 banderilleros satelitales en aviones, hoy 560; ningún banderillero satelital en pulverizadores, en la actualidad 5800; tampoco ninguna guía automática (piloto automático) ni sensores de nitrógeno en tiempo real, en 2007 están instalados 80 y 15, respectivamente.
Los datos fueron proporcionados por Mario Bragachini, coordinador del Proyecto de Agricultura de Precisión y Máquinas Precisas del INTA, quién cuantificó al mercado argentino en 2006 en 20 millones de dólares.


El técnico, uno de los principales impulsores de la adopción de la nueva tecnología, abrió el fuego con una conferencia sobre "Presente y futuro de la Agricultura de Precisión en la Argentina". Le siguieron un centenar y medio de disertantes, argentinos y del exterior.


El avance de la agricultura de precisión no es sólo cuantitativo.
También lo es cualitativo. Se constata -expuso el especialista- en el hecho de que en la Argentina hoy está disponible la más alta tecnología desarrollada a nivel mundial. "Pero lo más importante -destacó- es que en la Argentina desde hace 7 años se viene desarrollando una fuerte industria de agrocomponentes de alta complejidad".
Horizontes de crecimiento Las perspectivas de la producción de granos mundial y local refuerzan la convicción de que la agricultura de precisión cuenta con un amplio horizonte de crecimiento.


El barril del petróleo se sitúa en 70 dólares y no es aventurado pensar que puede alcanzar los 100 dólares.


Ya se piensa en el desarrollo de la agricultura energética. "En los Estados Unidos se salió del molde y requiere altos volúmenes de etanol", apuntó Bragachini.


El país del norte en 2012 va a moler 110 millones de toneladas de maíz.
La Argentina en 2007/2008 producirá 30 millones.


También EE.UU. requerirá mucha soja para biodiésel.
Todo indica que se deberá ampliar el área de siembra de granos en el mundo o intensificar las actuales. "En los próximos 10 años la tierra será el bien escaso, más demandado y más costoso", opinó.
Un ejemplo: en el área manicera de Córdoba los alquileres de campo en los últimos tres meses subieron un 50 por ciento.
Otro: en un lustro el valor promedio de la tierra en la pampa húmeda/sub húmeda pasó de 1500 dólares la hectárea y arrendamientos de 100, a valores promedios en 2007 de 8000 y 350 dólares Maximizar la eficiencia "Estos cambios -agregó- elevan los rendimientos de indiferencia económica de los cultivos en la Argentina a niveles donde sólo con la aplicación eficiente de la mejor tecnología se pueden alcanzar: esto coloca al productor argentino en una situación de competitividad muy exigente." Los aspectos económicos, agronómicos y ambientales que involucra ese desafío indican la necesidad de buscar la máxima eficiencia productiva de cada metro cuadrado de tierra. Y en que habrá que pensar en "zonas de manejo" de los lotes y los cultivos.
En este contexto se inscribe la agricultura de precisión y la rauda difusión que se le pronostica para los próximos años. Por Juan Carlos Vaca Corresponsal en Córdoba Los cambios que venían CORDOBA.- En su edición del 5 de noviembre de 1993, el suplemento Campo de LA NACION incluyó en su tapa una de las primeras notas -y quizá la primera- en la que se anticipaba que la década del noventa "alumbrará revolucionarios cambios en equipos para el agro", concretamente, la agricultura asistida por satélites.
La firmaba Eduardo Martellotto, que en el Farm Progress Show de ese año, junto con un cronista de este diario, habían descubierto una apartada carpa donde se mostraban cartelería y esquemas de la incipiente tecnología y algunos primeros dispositivos. La "carpita" se convirtió pronto en un sector diferenciado de esa exposición. En 1995, Emilio Severina, por entonces director de la Estación Manfredi del INTA, presentó a las autoridades nacionales del organismo el primer proyecto para desarrollar la experimentación con agricultura de precisión. Se le asignaron modestos recursos.
La semilla, ha dado los frutos que hoy se conocen.
La Argentina ocupa una posición de liderazgo CORDOBA.- Sesenta y ocho empresas participaron de la 2da. Expo de Máquinas Precisas en el INTA Manfredi. Buena parte de ellas nacieron en estos diez años de asentamiento en el país de la tecnología de la agricultura de precisión. El sector, compuesto básicamente por Pymes, ha generado 800 puestos de trabajo directo y otros tantos indirectos de alto valor agregado y un nivel profesional de máxima excelencia. "Todo esto coloca a la Argentina en una posición indiscutida de liderazgo tecnológico en América latina en la fabricación de agrocomponentes y máquinas precisas de alta complejidad", consideró Bragachini. En la muestra se vieron varias novedades de desarrollo nacional y algunas importadas.
Verion, de San Martín, Buenos Aires: nueva computadora VCom, que sirve para usar tanto en una sembradora, como una pulverizadora-fertilizadora o una cosechadora.
IGB, de Laboulaye, Córdoba: un monitor de cosecha Exacan 128, totalmente diseñado y fabricado en el país, aplicable a cualquier equipo de cosecha.
Sensor, de Totoras, Santa Fe: presentó el monitor nacional con que salen equipadas de fábrica las cosechadoras Vasalli.
Landtech, de Río Cuarto, Córdoba: exhibió el primer "mapeador satelital" desarrollado en el país.
D&E, de Munro, Buenos Aires: mostró el EZ-Guide 500 con EZ Boom, el primer banderillero del mundo con pantalla color y capacidad de mapeo.

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