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6.9.07

Congreso Nacional de AACREA - Kakabadse y Rodrigues


La planificación del uso del agua: una cuenta pendiente en Latinoamérica

La región está exportando grandes cantidades de commodities agrícolas a China sin haber realizado una proyección de largo plazo sobre la disponibilidad de recursos hídricos.
“Los (dirigentes) chinos hacen planificación con un horizonte de 100 años. China tiene poco agua, y en los escenarios que ellos evaluaron proyectan que la oferta interna de agua potable no será suficiente para abastecer las necesidades de la población”. Así lo afirmó hoy Yolanda Kakabadse, ex ministra de Ambiente de Ecuador (1998-2000) y fundadora de la Fundación Futuro Latinoamericano (FFLA), durante una conferencia ofrecida en el XVIII Congreso Nacional CREA 2007, realizado en la ciudad de Córdoba.
“Por esto construyeron un mercado de agua, y lo que están haciendo nuestros países es exportar agua a China a través de granos, porque la producción agrícola es la actividad productiva que mayor cantidad de agua necesita. Lo que importa no es el producto en sí, sino el hecho del agua que puede destinar a otros usos por importar granos”, añadió.
“Ellos lo han planificado, pero nuestros dirigentes no se han puesto a pesar qué sucederá aquí con el agua en los próximos 100 años”, indicó Kakabadse.
“El suelo, el río o el bosque, no son solamente proveedores de tierras que, bien tratadas, permiten incrementar la producción alimentaria. Cada uno de ellos ofrece una serie de servicios adicionales que necesitamos contabilizar: control de la erosión, regulación hídrica, polinización, depuración del aire, turismo, entre otros”, explicó.
“El agricultor no tiene opciones, no tiene la posibilidad de rechazar los conflictos ambientales y debe apostar a la prevención de los mismos”, agregó.
“A través de la explotación agrícola intensiva, cada vez que sacamos un bosque estamos empobreciendo a los pobladores locales, que tienen que estar en nuestra agenda como ciudadanos”, sostuvo Kakabadse.
“La demanda creciente de granos nos ha llevado a ampliar la frontera agrícola de todos los países en la región, sin un análisis de sustentabilidad que nos permita definir cuán manejables serán los riesgos. La fiebre de los biocombustibles es similar a la fiebre del oro presente en el siglo XIX. ¿Vale la pena hacerlo? ¿Para qué y para quién hacerlo? ¿No será mejor invertir en nosotros mismos? Sería más beneficioso mejorar la eficiencia energética de los vehículos, eso tendría un impacto mayor que la producción de biocombustibles”, señaló la investigadora ecuatoriana.


El Cono Sur necesita crear una estrategia regional de biocombustibles

Por qué Brasil y la Argentina deberían crear un mercado global de etanol y biodiesel.
“En América del Sur tenemos la chance de cambiar la civilización, pero necesitamos una estrategia regional de biocombustibles”. Así lo indicó hoy Roberto Rodrigues, coordinador del Centro de Agronegocios de la Fundación Getulio Vargas, durante una conferencia ofrecida en el XVIII Congreso Nacional CREA 2007, realizado en la ciudad de Córdoba.
“Pero es una estrategia que tenemos que hacer hoy, para no llorar después por haber perdido la oportunidad y que nuestros nietos nos reclamen no haber hecho nada al respecto”, añadió Rodrigues, quien se desempeñó como ministro de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento de Brasil en el período 2002-2006.
“En los trópicos vamos a tener biocombustibles y agroenergía, porque tenemos sol, tierra y gente joven preparada. Vamos a generar un cambio en la geo-economía agrícola mundial; vamos a cambiar la economía mundial, pero para eso necesitamos crear un mercado de biocombustibles”, apuntó el dirigente brasileño.
“Necesitamos un gran mercado productor de biocombustibles para que aparezca una gran demanda. Con Brasil solo esto no va a suceder. Existe el potencial para que haya un mercado, pero se necesita más países productores. Este año en Brasil la producción de caña de azúcar creció un 7% y los precios de cayeron en más de un 35%, y esto porque no hay mercado para absorber esa sobreoferta”, explicó.
“En Brasil el 18% de la población vive en el campo, mientras que en EE.UU. la población rural es del 2%. En Brasil somos muchos en el campo, y cuando aparezca la próxima fase bajista de precios (de los commodities) seremos seguramente muchos menos los que vivamos del campo, porque la agricultura no quiebras, pero sí los agricultores. Por esto necesitamos defendernos, para tener la capacidad de resistir cuando llegue la caída de precios”, argumentó.
“Siempre observé como algo preocupante que se haya podido crear toda una civilización sobre la base de un producto finito, no renovable y manejado por unas pocas empresas. Pero las compañías petroleras se han dado cuenta de que si mezclan bioetanol con combustibles fósiles, su imperio va a durar mucho más tiempo”, indicó Rodrigues.
“Hay mitos que son mentiras, pero terminan pasando como verdades porque se repiten todos los días. El otro día fui a dar una conferencia en Nueva York, y al terminar la exposición, una chica me dijo que tenía una amiga en Brasil que le había dicho que el etanol genera corrosión en los motores, le contesté que eso no era cierto; luego me dijo que su amiga le había dicho que los motores a etanol tenían problemas para funcionar con bajas temperaturas; le contesté que era un inconveniente que se había solucionado hace ya mucho tiempo”, relató.
“Pero el mito más duro es que los biocombustibles compiten con la oferta de alimentos; esta es una mentira mala, porque la disponibilidad de tierras en el mundo es enorme. Brasil tiene 282 millones de hectáreas en producción, mientras que aún tiene más de 100 millones de hectáreas que podrían entrar en producción. Brasil puede multiplicar por siete la superficie dedicada a caña de azúcar (insumo base para producir etanol en el vecino país) y aún tendría una gran superficie para seguir incrementando el área de producción de otros granos”, comentó.
“También se dice que estamos destruyendo el Amazonas para producir caña de azúcar, pero esto es una estupidez agronómica, porque la caña de azúcar no se puede productor en la región amazónica (la producción de caña se concentra en los estados del sur del Brasil)”, indicó el ex funcionario brasileño.
Juan Manuel Repetto
Responsable de Prensa de AACREA
www.aacreaprensa.com.ar.

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